lunes, 28 de noviembre de 2011

Domingo 20 de noviembre, at 5:50 am. Desafíos y sueños en la madrugada...

Hacía mucho que no me desvelaba así. Y también hacía mucho que no leía mis escritos y ensayos que he publicado aquí ni en facebook. Y también hacía algún ratito que no escribía.  Creo que eso de desvelarse es una de las cosas que hacen la soltería encantadora… algo que no puedo remediar de inmediato, pero que puedo compensar haciendo otras cosas.
Hace algunas noches, viendo algunas conferencias del programa global de ideas TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño), escuché la impactante plática de la mujer hindú Sunitha Krishnan, una valiente defensora contemporánea de los niños y mujeres que son víctimas del tráfico y esclavitud sexual. En esos breves 17 minutos que expuso su propia experiencia y la vida de otras tres niñas, no pude dejar de llorar. Sentía que el corazón me ardía con un fuego vehemente por estar a su lado y pelear junto a ella por esas vidas que diariamente están siendo torturadas hasta la muerte y que no tienen ningún otro destino ni escapatoria alguna.
Esta madrugada, al estar leyendo mis escritos antiguos, me di cuenta de los pasos que he dado en mi propio crecimiento y avance hacia la madurez.  No han sido “grandes pasos” como quisiera, pero lo práctico e inspirador de escribir y registrar memorias y pensamientos, es que uno puede medir, o se puede dar cuenta de su propio proceso y el cambio interno en su manera de pensar al pasar el tiempo. Las ideas y paradigmas van cambiando conforme se conoce o descubre más de la vida; conforme se vive y experimenta más.

Los últimos días de mi vida han estado llenos de trabajo y de muchas actividades; siempre con cosas por hacer. Pero internamente, mi mentalidad se ha sometido a grandes desafíos para ejercer paciencia a las ideas y planes que alguna vez visualicé y que no ha llegado el tiempo de cumplirse. Ha sido un tiempo para sentarse a calcular, a planear, a reflexionar, y decidir. Y por otro lado, siguen lloviendo proyectos e invitaciones, y el trabajo parece nunca tener fin.

Mujeres como Sunitha Krishnan me retan y desafían. Mis propios escritos de años pasados, me desafían mi pensamiento actual. A estas tempranas horas de la madrugada, he llegado a la conclusión de que soy muy afortunada. Tengo muchos proyectos e ideas en la mente; muchas cosas que desearía tener o experimentar, y que no ha llegado el momento para eso; o tal vez hasta estoy experimentando luchas internas, pero mi conclusión sigue siendo esta: sigo siendo muy afortunada. Soy muy afortunada. Soy muy afortunada de la vida que tengo. Del lugar en donde vivo. De la familia que tengo y en donde me he desarrollado. De tener a mis amigos y a la gente que me rodea y que hace de mí una persona digna. Reflexiono en la realidad de que cada 60 segundos está siendo vendida una niñita de 3, 5, 7 años de edad para el tráfico de sexo, se estremece todo mi ser. Esas niñas y niños no tienen otro destino más que ser vil objetos de un ser depravado y perverso. Sus vidas están siendo truncadas y destruidas no por decisión propia, sino por la aberrante esclavitud actual que existe en pleno siglo XXI.

Somos individuales, cada uno con nuestros propios retos y procesos. Pero no por eso dejamos de ser corporativos. Vivimos en un mundo globalizado, todos somos parte de la humanidad. No podemos permanecer ciegos y mudos ante tanta perversión que nos rodea y que de alguna u otra forma está ligada a nosotros y nos incumbe. Es tiempo de terminar con el silencio y aceptar esta aberrante y cruel realidad social y global que nos rodea diariamente. Esclavitud. Racismo. Exterminio. Secuestros. Homicidios. Abuso y violación. Narcotráfico. Caza furtiva de animales. Corrupción política. Plagios. Sistemas y dictaduras que oprimen a los pueblos y culturas. Es tiempo de frenar esta realidad. De denunciarla, terminarla, destruirla, erradicarla  de nuestra sociedad enferma. Es tiempo de romper el silencio y levantar la voz por estas personas, y aceptar y ayudarlas a disfrutar la vida como nosotros.  A que, en algún punto de su vida, puedan exclamar con nosotros, que son afortunadas.

Y así como hace un año escribí sobre mis ideales para un México que celebraba 100 años desde su Revolución, retomo una vez más aquel sueño de ver a mi México libre de miedos, confusión y muerte. Y ahora, añado a ese sueño, esa visión, esa esperanza, ese quedo clamor,  a nuestra propia raza: la humanidad. Sueño a una humanidad libre de los límites mentales y que tiene respeto por el otro ser. Tengo el sueño de ver a la humanidad  sin temor al asalto, al secuestro o a la muerte. Tengo el sueño de ver a la humanidad emancipada del dominio ajeno, pero sobre todo, del dominio y egoísmo propio que enajenan al ser para dominar a sus semejantes. Sueño una humanidad libre de la depravación; donde existe la dignidad y el cuidado y respeto por su prójimo y su idiosincrasia; libre del terror, de la codicia y del enmarañado ambiente que nos rodea diariamente en todas las esferas de la vida. Sueño y tengo ese ideal de una humanidad que sueña, pero que también hace.

Sueño que la humanidad crece y abre sus ojos a la conciencia, a la madurez y reflexión. Sueño que se abre al mundo de las posibilidades, de la creatividad y del respeto a la vida propia y ajena; donde nos dolemos por el dolor del otro. Sueño en que los humanos dejamos de preocuparnos tanto en las cosas superficiales y más bien ponemos nuestro enfoque en la actitud que tomamos al salir de casa y en la manera en cómo vamos a aportar con nuestra vida para construir una sociedad más noble y digna. En la actitud deferente que tomamos al reaccionar cuando nuestros semejantes traspasan nuestros límites consiente o inconscientemente. Sueño en que pensamos antes de hablar, antes de actuar. Antes de herir, antes de condenar. Sueño que los fuertes cuidan a los pequeños y débiles. Sueño que se brindan oportunidades. Sueño en ver nuevas amistades que surgen del perdón, de la tolerancia y respeto mutuos. Sueño en calles limpias donde la cultura es educada y vela por el bien de los demás. Sueño en gobiernos rectos, en gobiernos íntegros, justos y maduros que escuchan, que son firmes y no se doblegan ante la corrupción ni el popularismo. Sueño en que cada palabra que se habla o se publica es para aportar, para socorrer, para consolar, para hacer sonreír, y no solo para deleite personal. Sueño que disfrutamos juntos de la vida y de las experiencias, sean buenas o malas, aprendiendo de ellas.
Sueño en que los desafíos, luchas y procesos individuales se comparten en una humanidad que es corporativa y donde sus individuos se ayudan y se apoyan a sí mismos, no se destruyen. Sueño en que ya no existen lágrimas de dolor ni soledad. Sueño que ya no hay nada que nos impida alcanzar ese estado de ser.

5:23 am.

8 comentarios:

  1. Me gustan tus sueños... y los comparto, mi corazón!!
    Los veremos hechos realidad!
    Te amo!!

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  2. Oh my dear friend! Your compassionate heart is very encouraging! I pray good things for you Hani!

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  3. He aprendido con los años, que en la medida que fortaleces y mantienes tus sueños se convierten en motor de tus logros. Así vas aportando la parte que te corresponde a este gran sueño de un país mejorado y de una humanidad mejorada. Yo sé que tus sueños son un gran motor y que muchos y más grandes logros vas ver en tu vida.
    ¡Te amo! Soñadora hacedora.

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  4. Hola acabo de terminar de leer tu final de Candy Candy y me gusto mucho dicen que van a sacar la segunda parte que fue publicada ya en Japon a ver que pasa
    GRACIAS

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  5. Holaaaa termine de leer tu final de Candy Candy me encanto!!!vi esos dibujos animados en mi pais cuando era una nena !!ahora estoy viviendo en los Estados Unidos y nuevamente vi los dibujos animados y aun sigo derramando lagrimas !!!!quede muy satisfecha con tu final cada vez que leia me imaginaba todo la colina de Pony ,el apuesto Terry,y a la dulce Candy igual pero sin sus coletas !!!Gracias por escribir un final tan lindo!!!

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  6. Por casualidad alguien sabe si la ultima novela de Candy Candy esta traducida?

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  7. Me gusto tanto el final de CANDY, gracias.
    ..

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  8. Gracias por la continuidad que le diste a la historia, todo es muy coherente y me quedo con este final. Esperemos que alguna compañía vea la gran oportunidad de llevar este relato al cine, o por fin continuar el anime.

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