correo!

Hoy fue uno de esos días en que me reí y divertí de lo lindo estando completamente sola. Ahora que lo pienso... me vuelvo a reír de lo que hice. Tal vez la causa haya sido por la emoción que se siente estar sola por primera vez desde hace algunos días (aunque me encanta la compañía); o tal vez porque recibí un correo que no esperaba, o simplemente... porque me encanta disfrutar la vida haciendo cosas diferentes.

No iba a abrir, pero el cartero insistió en tocar el dichoso timbre y provocar a que los ladridos de mis dos mascotas se intensificaran. Decidí acudir y me encaminé hacia el portón, donde el cartero se preparaba ya para marcharse. "¡Buenas Tardes!" Rápidamete se bajó de su motocicleta, abrió el buzón y sacó el tesoro que le habían asignado entregar y que ya había depositado por falta de respuesta. "¿Sí está bien, verdad? Usted es Haniel". Volteé a mirarlo desconcertada y pasé la vista por el destinatario de aquel pesado y grande sobre. "Haniel Salazar", decía. Sonreí, cayendo en cuenta que era para mí. "¡Sí!!! ¡¡GRACIAS!!". Sonrió, y se fue. Corrí hacia la casa. Tomé mi cámara. No paraba de reír de la emoción.

Me sentí muy orgullosa de tener en mis manos una copia de la primera novela de mi amiga escritora, Katie Muir. Es un libro que todavía no está a la venta, y aún así, ya tiene tantos seguidores y fans. ¿La dedicatoria? Una que merece toda una escritora, pero sobre todo, una verdadera amiga con la que viví y he vivido días inolvidables.

Mamá me animó a que desempolvara mi más grande obra literaria -hasta ahora: "Cariñoso Digesto de un Testigo más que Cercano" y lo publicara. Lo haré. Es una buena narración de los hechos que viví como hermana de la novia hace 3 años exactamente, hazaña que vale la pena registrar y volver a vivir vez tras vez.

...Y como dijo mi colega de pluma (o teclado)... "who knows what will happen next..."