domingo, 20 de diciembre de 2009

...Sobre los años y lecturas varias.

Yo creo que la vejez está en la mente. Hoy escuchaba un documental donde decía que el corazón joven puede prolongar sus años de vida significativamente. Así, una persona que pudiera vivir hasta la avanzada y codiciada edad de los 80’s, si su corazón sonríe y perdona, y disfruta la vida, puede vivir hasta los 106 años! Wow. 26 años más. TODA UNA VIDA. Casi toda la vida que tengo ahora precisamente. 26 años más. Pero también me asombró ver una de las últimas películas de Tom Hanks, “Ángeles & Demonios”, donde protagoniza a un investigador de símbolos. ¡Qué acabado se ve ya! Me da tristeza, pues es uno de los actores que mejor me caen. Y cuando suspiré diciendo mi asombro, mamá pronunció una frase que me dejó pensando con tristeza al darme cuenta de su verdad: “...la edad arrasa…”. Me pregunto, ¿cómo me irá a arrasar a mí…?

Hoy es el final del 20 de diciembre. Tengo exactamente 10 días y 10 noches para terminar de leer la segunda parte del libro "México mutilado" por mi historiador y autor favorito, Francisco Martín Moreno, antes de que termine el año. Pensándolo ahora, llevo como 5 años leyendo ese libro y no lo puedo terminar de leer. Debo confesar, por otro lado, que soy culpable deliberada de no querer terminar de leer los libros. Casi me deprimo al saber que estoy a punto de terminar un libro.

Recuerdo cuando me tomó como 6 años leer el último capítulo de "Los Mártires de Fox" por no querer terminarlo. Pero también recuerdo cuando eran tales mis ansias de llegar al desenlace inaudito e inesperado de "Cien años de Soledad" que cuando me topé abruptamente con la última palabra y con el punto final del último párrafo de la última página, ese sentimiento de depresión y tristeza jamás llegó. Al contrario, suspiré y sonreí al horizonte, imaginándome lo grandioso que se ha de haber sentido García Márquez con tan majestuoso y simple final que ideó para su fantástica obra maestra.

Mi prima, que en aquél entonces estudiaba Letras, me obsequió aquel libro de novela histórica como regalo de cumpleaños. "El lenguaje limita el pensamiento, cuando las palabras no alcanzan, hay mejores formas de decirlo... te quiero. Tu prima Cassandra". Fue su elaborada y apreciada dedicatoria en aquel febrero. De inmediato lo comencé a leer, pues mi autor mexicano ya me había encantado con "Las grandes traiciones de México" algunos meses atrás. Por horas ininterrumpidas seguía la lectura página tras página. Pero después la abandonaba hasta por meses. Una vez viajé por autobús durante 5 horas para visitar a un buen amigo y ese libro fue mi compañero de viaje. Recuerdo que alcancé a leer más de 50 páginas. Pero otra vez, mi insaciable indagador sobrino pelirrojo de 2 años llegó hasta el llamativo listón del separador para sacarlo y perder mi última página marcada. Sí, tuve que retrasar la lectura como 100 páginas atrás, pues no me acordaba dónde exactamente me había quedado meses atrás. No me importó mucho, pues soy amadora de la historia cien por ciento, y repasarla una y otra vez no me es abrumador.

Entonces, desde hoy reanudaré mi valerosa lectura de las ideas de esta brillante mente mexicana que es Martín Moreno y tal vez me enojaré una vez más de impotencia al descubrir más secretos inaceptables de la cruenta y enmarañada historia de la política de mi México en sus primeros años como país "independiente".

Dios es bueno. Es grande. Y nuestros días están contados y armoniosamente orquestados con su plan. ¡QUE VENGAN LOS QUE TENGAN QUE VENIR!

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