Porque pronto pasa, y volamos...

De vuelta de “los barros bajos”, de haber dejado a una querida amiga en su casa, y en medio de tanto tráfico y embolamiento por los puentes que están construyendo, nos veníamos acordando mi mamá y yo que hoy hubiera sido el aniversario de los abuelos. Hubieran cumplido 59 años. Más de los que yo tengo. …veinte años exactos más que yo. Qué chistoso. Y mi abuela es 50 años más grande que yo.

Estos últimos días, y sobre todo hoy, he estado reflexionando y meditando mucho sobre la vida. ¿Qué es la vida? Nada. Un suspiro… porque pronto pasa, y volamos y no somos y dejamos de existir.

Hoy papá le compartía su punto de vista sobre la vida y su propósito a nuestra amiga. ...He estado presente en toda esa revelación que posee ese hombre sabio que es mi papá, y siempre me ha impartido lo que sabe y lo que cree, y sus conclusiones…pero lo que dijo hoy, o más bien… entender la infinidad de sus declaraciones de esta tarde, fue lo que embargó mi corazón de temor y vacío… de asombro y de espanto… Oh, Dios… la vida es simplemente… un simple suspiro que va y no vuelve…

Tener presente que lo que soy, que lo que hago en este mundo desaparecerá un día sin más… y ya no existiré, ya no seré. La vida seguirá su curso… los míos crecerán y harán sus vidas… no los veré… y la vida de este mundo seguirá girando locamente… y no veré a dónde llegará la humanidad… ¿cómo me haré recordar en sus mentes y corazones? ¿cómo haré para que mi nombre y mi obra permanezcan en este mundo? ..¿Para que mis pensamientos no se pierdan en ese suspiro?

Ella hablaba sobre lo solitaria que es… y agradecí a Dios por mi familia. Por mis amigos. Por tanta gente que me rodea. Hablaba sobre lo difícil que ha sido salir adelante… no le ha sido nada fácil. Y agradecí a Dios por tantas faciidades que he tenido a lo largo de mi vida: desde el más pequeño y simple detalle, hasta la más significativa prueba de amor y amistad. ¡Lo tengo todo! Pensaba en aquellas personas visionarias que tuvieron la época, y todo en contra… y sin embargo, dejaron su huella en este mundo y los seguimos recordando y venerando cientos de años después de sus muertes…Y pensé: ¿y yo? Pensaba en mi persona, en la responsabilidad que yo tengo por mí misma. Tengo todo a mi favor... Y es difícil… Es difícil no creer lo fácil que es. Personas visionarias que aún tuvieron que desarrollar sus dones y talentos… Pero, ¿y yo? Yo ya los tengo ahí, son natos y visibles… tengo familia y amigos que harían cualquier cosa por mí. Tengo las facilidades, tengo libertad, tengo …casi todo.

La vida es tan corta. Tan rápida. Tan volátil.

He estado preocupada por nuestra seguridad ahora que México se ha vuelto un ambiente pesado de inseguridad, corrupción y peligro constante. Es horrible vivir con temor. No quiero vivir con temor. No quiero vivir bajo el espanto nocturno, bajo el terror y la suposición. …la vida es corta, y se va, y pronto volamos y ya no somos. 

¿Qué será de nosotros? No lo sé. Lo que sí sé es que hoy escuché a una mujer hablar de personas que luchaban por su vida literalmente, y sin embargo, eran las personas más plenas que jamás hubiera conocido… yo quiero ser así. Vivir mi vida plenamente… sin temor y sin límites; con responsabilidad y goce… siendo consiente de que la vida es un regalo infinito e inmediato que se pasa en un suspiro y que lo que haga y sea en este periodo de tiempo es lo que marcará mi recuerdo en las futuras generaciones.

Dios, yo quiero dejar huella… y una grande. No sé lo que haya después de la muerte. Sin embargo, no me quiero preocupar por eso. Quiero vivir mi vida plenamente, siendo productiva y echando mano de todo lo que tú has provisto y está a mi alcance. Quiero ser grande, y aceptar que crezco, que maduro y envejezco; y vivir esa transición plena y felizmente.