martes, 1 de marzo de 2011

ÚTIL INSOMNIO

Terminé de leer cerca de las 11 pm. Mis ojos se cerraban de sueño. Un rato más vagando por internet, y finalmente apagué la computadora para dormir. Realmente tenía mucho sueño. Mi mente, como siempre y como cualquier otra mente imaginaria saturada de vivencias e ideas, no dejó de trabajar. Comencé a proyectar posibles sucesos con las situaciones que estoy viviendo, y de pronto, como un rayo de luz e ingenio, fui asaltada por una lluvia de ideas, nudos, tramas y enredos para mi novela.

Desde el año pasado nació la expectativa de escribir una novela romántica de suspenso y misterio. Había comenzado a escribirla pero repentinamente, me detuve. No tenía ideas. No podía idear argumentos. No podía imaginar personajes mas que los dos principales que tenía en mente; y aún esos eran todavía muy ambiguos. La había dejado por unos meses. Me sentía perdida. No podía establecer ni la época ni la idea principal. Un poco frustrada había invertido mi tiempo en otras cosas, como leer historia y obras clásicas, y retomar mi escrito en mi novela bibliográfica sobre mis abuelos.

No pude conciliar el sueño sino hasta después de las 3 de la madrugada, cerca de las 4 am. Con todas las fantásticas ideas, el sueño, aunque latente, había despejado mi mente. Abrí nuevamente mi computadora y comencé a escribir todas aquellas ideas principales, trama base de mi novela. Me sentí optimista... y lista para rellenar con ideas secundarias toda mi redacción en los próximos meses. Bendito insomnio, que no me dejaste dormir, y sin embargo, útil fue el tiempo de vela para crear nuevas imágenes de romance en un ambiente oscuro de misterio.

¡Novela, aquí voy!

No hay comentarios:

Publicar un comentario