domingo, 2 de enero de 2011

El primero.

Ya se fue el primer día del año. A penas hace 24 horas festejábamos y comíamos uvas para recibir al nuevo año. Muchos están escribiendo, o por lo menos, pensando, sus propósitos de año nuevo. No se me vayan a ofender, pero eso se me hace medio ridículo e impráctico. ¿Cuántos han llegado al final del año, con lista en mano, gritando: "cumplí todos mis propósitos"? Seamos francos: nadie. No es porque no lo queramos, sino que simplemente, muchas veces no nos tomamos el tiempo de hacer lo que decimos.
Estaba leyendo un pequeño artículo sobre los "propósitos" que no debes fijarte en año nuevo, y se me hicieron realmente prácticos:

1. Estar casado hacia el final del año.
2. Caber en tus pantalones de prepa.
3. Pintarte el pelo de amarillo o de cualquier otro color opuesto al actual.
4. Ser famoso.
5. Cambiar todo tu guardaropa.
6. Dejar de usar Facebook.
7. Dejar de comer azúcar por completo.
8. Comenzar un blog.

...y yo añadiría,
9. Fijarte propósitos de nuevo año.

Me gusta la idea de que tu vida continúa, y los proyectos que traías desde hace varios años siguen y que los puedes seguir desarrollando aún más; creando nuevas ideas, nuevos aspectos que no habías visto, nuevos horizontes, nuevas áreas por desarrollar, nuevos lugares por conocer. ¿Por qué encapsularte en resoluciones imprácticas e inalcanzables y afanarte durante la primera semana de enero por cumplirlos? Seamos honestos una vez más: se requiere de una firme determinación, decisión y un alto grado de buena actitud para lograr cumplir lo que uno se propone a principios de año.

Propongámonos mejor tener la actitud de proponernos cumplir una sola meta por pequeña o laboriosa que sea, haciendo lo que hemos venido dejando desde hace años, o lo que hemos venido trabajando desde hace meses. No dejemos eso por nuevos proyectos sin sentido que nos distraen de lo que realmente importa y nos gusta hacer.

Si no ha habido uno, que este 2011 sea el primero de muchos años en los cuales podamos llegar al final satisfechos, plenos y llenos de logros y aprendizajes, pero sobre todo, con la certeza de que hicimos lo que teníamos que hacer; hicimos lo que nos gustaba hacer; hicimos lo que estaba al alcance hacer; y sobre todo, logramos y cumplimos uno de los más grandes propósitos: hacer lo que decimos.

Para mí, muchos viajes y proyectos se asomaron desde este primer día de 2011. Cumpliré 30 años y continuaré haciendo lo que más me gusta: ser una fuente de recursos para todos aquellos que me rodean, cumpliendo muchos de mis sueños y gustos simultáneamente; tanto en el área de música, de educación y enseñanza, de investigación, de literatura, de fotografía, repostería, de multimedia, de relaciones e idiomas. Le pido a Dios que me de la oportunidad de vivir mucho, mucho tiempo más para acrecentar mi ámbito en el que me desarrollo, tanto relacional como geográficamente. Pero sobre todo, que al final de este grande, misterioso y expectante año, pueda decir: hice lo que me propuse en un principio hacer: disfrutar con todas mis fuerzas la vida y el tiempo que tengo en mis manos, haciendo lo que me gusta hacer, y estando con la gente que me gusta estar.

FELIZ 2011!

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