martes, 22 de diciembre de 2009

Adiós, Chivis.

Una sonrisa junto con su legado se fue hoy. Su espíritu servicial lo recordaré en mi mente siempre. Aquellas bromas sarcásticas que hacían relajado al momento incómodo. Su andar, su jornada fatigada ha llegado a su fin finalmente. Ya no más dolor.
Mantendré en mi memoria la imagen de su cálida sonrisa y la última lección que me dejó: No hay tiempo para depresión. Siempre es tiempo de vivir la vida y difrutarla en todas sus fases. Y yo, yo estoy feliz de respirarla y poder expresarla el día de hoy.

...en memoria de mi amiga, de cuya sonrisa fui testigo y cuya vida culminó hoy.

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